2011: un gran año.


En este año 2011 que se acaba he tenido la suerte de publicar mis dos primeros libros. Rojo amanecer en Lepanto salió a la luz a finales de febrero. Ha sido mi primera novela, en ella se recuperaba la figura del gran don Juan de Austria y del injustamente olvidado Alejandro Farnesio. Además nos mostraba la batalla más decisiva del siglo XVI. Esta novela histórica ha superado con creces todas mis expectativas.
A finales de diciembre se ha publicado Castillos de Aragón: 133 rutas, una extensa guía para conocer los castillos aragoneses, su historia, sus leyendas, etc. Con estupendas fotografías e información complementaria.
Solo espero que el año que viene sea tan bueno como este 2011 que nos deja!!

Los personajes de la novela en el Museo del Prado.


Para todos aquello que les guste la pintura, os dejo información sobre retratos de los personajes de Rojo Amanecer en Lepanto que pueden admirarse en el Museo del Prado de Madrid.

El primero de ellos representa a Isabel de Valois sosteniendo un retrato de Felipe II. Es un retrato de cuerpo entero de Isabel de Valois. Aunque la atribución de esta obra ha sido muy discutida hoy en día se acepta que fue obra de Sofonisba Anguissola. La composición sigue las normas del retrato de corte establecidas por Tiziano y Antonio Moro, con la Reina de pie, ricamente vestida y apoyada en un objeto, en este caso una columna que simboliza la dinastía, así como el medallón con la efigie de su esposo.


Ésta es la primera representación conocida del príncipe Carlos y una de las primeras pinturas de Sánchez Coello. Don Carlos, de unos doce años de edad, aparece casi de frente, vestido de amarillo dorado con jubón pespunteado y calzas de anchas cuchilladas, gorra negra de copa aplastada y espada al cinto. Sobre los hombros lleva un bohemio forrado de lince. Llama la atención la luminosidad de su rostro, con las carnaciones lisas y pálidas y el sombreado delicado que son característicos del estilo del pintor. En este caso sabemos que favoreció a su modelo, ya que la suave expresión no cuadra con el carácter agresivo del príncipe que reflejan los testimonios escritos y sus defectos físicos han sido hábilmente disimulados con la postura frontal, reducidos «el labio belfo y la alargada barbilla» y ocultos los hombros deformes por la capa.


La Infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, está representada a la edad de trece años, con un gesto distante y elegante, en pie pero de tres cuartos, según una tipología extendida entre los retratistas cortesanos de este momento. Viste traje blanco y oro, cuello y puños de puntas, tocado con plumas y gran profusión de joyas, piedras preciosas y perlas. Lleva un pañuelo en la mano izquierda, según lo habitual en los retratos femeninos, mientras apoya la derecha en un sillón, símbolo de su elevada posición dentro de la corte.

La obra muestra la dependencia de Sánchez Coello del modelo de retrato cortesano creado por Antonio Moro, destacando sus cualidades para captar los detalles de joyas y telas.


Retrato de corte de las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, hijas de Felipe II y de su tercera esposa Isabel de Valois (1546-1568).

Las niñas, vestidas de adultas, se nos muestran distanciadas y guardando el protocolo de edad, adelantándose Isabel Clara Eugenia hacia el espectador, en un tipo de representación a medio camino entre lo oficial y lo privado. Este tipo de retratos exhibían la continuidad dinástica del Monarca, al mismo tiempo que servían de recuerdo familiar en la distancia. Sánchez Coello retrató a las Infantas en numerosas ocasiones y a diferentes edades, ejemplo de la predilección que Felipe II siempre tuvo por ellas.

Este cuadro se cita en el inventario del Alcázar de Madrid de 1636, ingresando posteriormente en las colecciones del Palacio del Buen Retiro.


Interesante exposición sobre la Orden del Toisón de Oro.


Los que hayáis leído la novela habréis podido comprobar que el Toisón de Oro aparece en numerosas ocasiones. Ya que fue el primer honor de importancia que recibió don Juan de Austria y debido también a la gran relevancia que tuvo para toda los Austrias.

Durante este invierno, la Fundación Carlos de Amberes presenta un recorrido artístico que descubre la historia y las tradiciones de la orden de caballería de mayor prestigio y exclusividad en la historia de Europa: la Orden del Toisón de Oro (Brujas, 1430), cuyo Jefe y Soberano es el actual Rey de España,  Su Majestad el rey Juan Carlos I.

La exposición presentará la evolución de esta institución que Felipe el Bueno, duque de Borgoña, fundó para defender los ideales caballerescos, y cuya soberanía pasó a la corona de Castilla cuando Felipe el Hermoso, hijo y heredero de María de Borgoña, se casó con Juana I de Castilla.


 Después de  don Juan de Austria, importantes generales como Wellington y Bismarck han formado parte de esta institución. A la que pertenecen actualmente todos los monarcas europeos actuales, el Rey de Arabia Saudí, el Emperador de Japón, y destacadas personalidades como Adolfo Suárez, Víctor García de la Concha y Javier Solana.

El nombre de la orden se refiere al mito griego del vellocino de oro, regalo de los dioses, que aportaba prosperidad a quien lo poseyera. Evoca, como ejemplo caballeresco, el heroísmo que demostraron Jasón y los argonautas, de los que formaba parte Hércules, para repatriar a Grecia, desde la asiática ciudad de Colquide, el precioso talismán cuya imagen pende de los collares que todavía se entregan a los caballeros en su investidura.

De sus orígenes borgoñones le viene a la Orden del Toisón su santo patrono, San Andrés, cuya fiesta es el 30 de noviembre, fecha de la inauguración. La muestra estará presidida por la obra maestra de Rubens, perteneciente a la Fundación Carlos de Amberes desde 1639: El martirio de San Andrés, que representa al apóstol. La cruz en forma de aspa, llamada de Borgoña, fue el emblema de los tercios de Flandes y todavía forma parte de los escudos de rey y de las fuerzas armadas españolas.

Fundación Carlos de Amberes
C/ Claudio Coello, 99
28006 Madrid